Una de las atracciones más llamativas de Londres. El London Eye u ojo de Londres es una noria ubicada en la orilla sur del río Támesis en Londres, entre el puente de Westminster y el Puente de Hungerford. Es la noria más alta de Europa, y es la atracción turística de pago más popular en el Reino Unido, visitada por más de 3.5 millones de personas al año.
Un poco de historia
Diseñada por el arquitecto Frank Gehry, el London Eye se terminó de instalar en 1999. Tiene un diámetro de 120 metros y 135 metros de alto. Cuando se erige en 1999, fue brevemente la noria más alta del mundo hasta que la superó la estrella de Nanchang en 2006. El Ojo de Londres todavía es descrito por sus operadores como «la noria en voladizo (sujetada sólo por uno de sus extremos) más alta del mundo». Cuando se instaló, estaba previsto que fuera únicamente por un periodo de seis años. Tal fue la acogida que se decidió hacerla permanente.
Gira a 26 cm por segundo (0,9 km/h o 0,6 mph) para que una vuelta completa dure unos 30 minutos. Normalmente no se detiene para que puedan subir los pasajeros; La tasa de rotación permite a los pasajeros caminar y acceder a las cápsulas móviles a nivel del suelo. Sin embargo, se detiene en ocasiones para permitir el mantenimiento o para eventos especiales, como la víspera de Año Nuevo cuando está iluminada.
Entradas: ¿Cuánto cuestan y dónde comprarlas?
El precio de las entradas está en torno a los 30€. Aunque se pueden adquirir en el mismo lugar de la atracción, justo enfrente en un edificio destinado a la venta de las entradas, es bastante recomendable adquirirlas con antelación. Así, es bastante posible que evitemos colas innecesarias y, además, si tenéis previsto visitar el Museo de Cera (Madame Tussauds) de Londres o hacer un crucero por el Támesis; podéis encontrar ofertas en las que obtener un descuento considerable si adquieres las entradas a la vez.
¿Merece la pena el London Eye?
Evidentemente, decir si algo merece o no la pena es una afirmación bastante subjetiva. En nuestro caso particular creemos que es una experiencia bastante buena. Sin lugar a dudas, subir a 135 metros de altura y poder observar Londres desde allí te da una buena perspectiva de cómo está configurada la ciudad.
Aunque pensamos que el precio es un poco elevado, si podéis comprar algún paquete que incluya otras experiencias como el crucero o el Museo de Cera, merece la pena.
Aunque lo que mejora la experiencia del London Eye es que podáis tener la posibilidad de saber qué estáis viendo. Es decir, tener una referencia que os indique dónde está cada cosa o alguien que os pueda ir explicando el paisaje que podéis ver desde London Eye.
